

Un 32% de hombres y mujeres, comprendidos entre los 24 y los 65 años de edad, tiene estudios superiores, de los cuales tan solo el 22% posee estudios universitarios, un reparto que es muy similar al de Francia (30%) y superior al de Alemania con un 28%. Por encima de este ranking se encuentra Estados Unidos con un 42% y Reino Unido con un 40%.
¿Qué carrera universitaria elegir?
A la hora de elegir carrera universitaria intervienen muy diversos factores como los que exponemos a continuación:
-El reconocimiento y prestigio social de la carrera, originado en el propio juicio que tienen sobre ella los miembros de una comunidad. Como sujetos sociales que somos tenemos la necesidad de que nuestro juicio se corresponda con el de resto de miembros, llegando a la conclusión de que aquellos estudios considerados prestigiosos por nuestros compañeros serán los más respetados y los que nos permitirán alcanzar el éxito. El problema de decantarse por lo que otros consideran que es prestigioso hace que aquello que realmente nos interese, lo dejemos a un lado, siendo muy probable que en un futuro nos veamos ejerciendo un trabajo en el que nos sintamos totalmente frustrados. Sin embargo, las que presentan una mayor tasa de paro, son las de Filología francesa con un 45,4% o historia con un 38,1%.
-Para elegir carrera es muy importante definir nuestras fortalezas y debilidades, para lo cual los alumnos deberán de expresar por escrito las tareas que les resulten más interesantes y las que se imagina realizando de manera habitual, así como aquellas para las que se tenga una mayor facilidad. Con ello, lo que se logrará es descartar opciones para llegar a una elección que sea acorde con nuestros intereses.
-Tampoco sería desdeñable consultar las tareas que realizan los graduados para conocer de primera mano el panorama real de salida laboral que nos acercan las diferentes carreras y los ámbitos de desempeño más destacados.
-Igualmente, nos podemos decantar por la tasa de empleabilidad que pueden aportar unas carreras u otras. Si acudimos al campo de las ciencias sociales, nos daremos cuenta de que es el área elegida por las mujeres españolas, dado que el 71,1% de los alumnos son mujeres. Algunas de ellas son, por ejemplo, trabajo social, periodismo, comunicación audiovisual, economía, derecho, relaciones laborales, ciencias políticas y de la administración. Si nos fijamos en el campo de la ingeniería, construcción y arquitectura, es el ámbito en el que se concentra un mayor número de hombres.


Además de ingeniería, uno de los campos con mayor empleabilidad son el área de salud. Los médicos son los que presentan una menor tasa de paro, cifrada en un 0,6%. Por otro lado, la ingeniería aeronáutica presenta una tasa de paro del 2,8%. El sueldo en este ámbito abarca entre unos 20.000 euros para un técnico y 25.000 para un ingeniero superior. Aunque, la carrera que indica menor tasa de paro es la de electrónico industrial, cuyo porcentaje de paro es nulo.
El riesgo de guiarnos por este punto es que la carrera más funcional no coincida con nuestros gustos personales, lo que puede provocar que nos terminemos frustrando a la hora de ejercer el día de mañana en un tipo de trabajo que realmente no nos guste. Por eso mismo hemos de buscar un equilibrio entre la funcionalidad y la practicidad. Para más detalles sobre carreras con más salida, os recomendamos leer nuestro artículo "Descubre las carreras con más salida laboral".
-A la hora de elegir carrera, hemos de definir claramente nuestras preferencias y dejarnos guiar por esto último, comprobando, como decíamos antes, la posibilidades de empleabilidad que nos puede proporcionar dicha carrera. Una vez hecho esto último, hemos de analizar con detalle el plan de estudios de cada carrera para determinar si el tipo de materias que se van a estudiar se corresponde realmente con nuestros gustos personales. El ámbito de artes y humanidades, que son idóneas para reflexionar sobre los cambios que experimenta la sociedad en materia de comunicación y expresión, se encuentran materias como Bellas Artes con materias como Pintura, Escultura, Fotografía, Dibujo, creación artística o crítica de arte. A pesar de que el grado de empleabilidad no llegue como en grados de ingeniería o medicina, lo cierto es que el que destaque como creativo pueden llegar a conseguir contratos millonarios que superan los 100.000 euros anuales.
-Resulta muy importante que compartas tus reflexiones e inquietudes con tu familia o amigos. Igualmente, pide la opinión de un orientador de tu instituto o centro educativo, que se encargará de asesorarte sobre las muy diversas opciones que tienes a tu disposición. Tampoco sería desdeñable que acudas a las facultades donde se imparten tus estudios, ya que cada centro cuenta con sus propias características y cuenta con docentes de mayor o menor reputación.
-Has de valorar la oferta de carreras universitarias existentes, considerando algunos puntos clave como, por ejemplo, la duración de los estudios dado que es posible que determinados graduados precisen de una especialización y, por lo tanto, su preparación se alargue más en el tiempo. Otro de los puntos a considerar es el enfoque de los estudios (más práctico o teórico), la flexibilidad de la formación, el coste, la posibilidad de desarrollar prácticas en empresas o, incluso, la ubicación geográfica, un factor que para muchos estudiantes resulta determinante.


-En el caso de que todavía no tengas una vocación conocida, lo mejor que puedes hacer es probar en diferentes ámbitos, porque al final descubrirás que te acaba gustando lo que menos habías imaginado. Para ello, no sería desdeñable hacer un curso gratuito, que no suponga importantes inversiones de tiempo ni de dinero y que pueda servir para abrirte un camino o, por el contrario, para desecharla por completo.
-No has de pensar tanto en el título en sí como en las competencias. Bien es cierto que el mercado laboral se encuentra inmerso en constantes cambios, pero hay habilidades y competencias que seguirán siendo imprescindibles y muy valoradas. Aunque nos parezca lo contrario, es un error pensar en el estatus que un título nos pueda otorgar y no en lo que realmente vamos a aprender con esta carrera. En este sentido, hay que pensar en las consecuencias reales de participar en una determinada formación, es decir, reflexionar en qué profesional nos vamos a convertir.
-No dudes en reinventarte cada día. Esto último no quiere decir que tengas que saltar de curso en curso, sino trazar una estrategia, elegir un destino y poner rumbo hacia él. Has de saber el conjunto de competencias que eres capaz de desarrollar y aplicarlo con naturalidad y facilidad. Has de valorar el coste de oportunidad que supondrá para ti desarrollar aquellas habilidades que no dominas y que, en definitiva, llegarás a competir con desventaja.
¿Qué puntos tenéis en cuenta vosotros para elegir carrera universitaria? Nos encantaría escuchar vuestra opinión.