Los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Son problemas que pueden ser detectados a partir de los 5 años, cuando comienzan la escuela. Esta dificultad al aprender puede deberse a varios motivos, entre ellos falta de concentración o problemas de visión.
Durante los primeros 10 años de vida, el 80% del aprendizaje de un niño suele entrar por los ojos. La mayor parte de los contenidos educativos están diseñados para aprenderlos mediante la visión; en los libros, en la pizarra y en el ordenador.
Por ese motivo, muchas veces, se cree que un niño posee problemas de aprendizaje cuando lo que realmente le sucede es que tiene un problema en la vista o en la concentración.
Para detectar posibles problemas en la visión del niño hay que atender a una serie de signos:
– Parpadeo y lagrimeo constante.
– Picor excesivo en los ojos.
– Dolores frecuentes de cabeza y ojos.
– Enrojecimiento de los ojos después de fijar la vista.
– Desvío de alguno de los ojos.
– Inclinarse hacia delante al fijar la vista.
– Entrecerrar los ojos para mirar algo que se encuentra lejos, como la pizarra en clase o la televisión en casa.
– Leer y escribir demasiado próximo a la hoja.
– Colocarse muy cerca del televisor o del ordenador.
Como consecuencia de todas estas señales, los niños pueden presentar pérdidas de atención, incapacidad de aprendizaje y focalización en tareas diarias.
Es cada vez más frecuente que en los colegios se pida un certificado de aptitud visual.
Existen una serie de pautas a tener en cuenta en los bebés, para detectar alguna anomalía en la visión:
– Presencia de temblor en los ojos.
– Desvío de uno o de los dos ojos.
– Pupilas más grandes o más pequeñas de lo normal.
– Las pupilas no son opacas y oscuras.
– No seguir objetos móviles con los ojos alrededor de los 3 meses y a los 6 meses no ser capaz de agarrar el objeto que ve.
El primer control visual completo se realiza alrededor de los 3 años. Pero si se sospecha de algunos de estos síntomas es importante acudir a un especialista para realizar un examen ocular. Durante el proceso de desarrollo (período de plasticidad neurosensorial) que se prolonga hasta los 7 u 8 años, se pueden corregir muchos problemas de visión y, a su vez, los de distracción y aprendizaje.
Existe una forma más rápida y divertida para averiguar si un niño tiene problemas de atención o visión mediante el proyecto EYE OK, un curioso juego educativo que permite detectar problemas visuales en los niños a través de la red. Ha sido desarrollado por AIDO (Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen) y respaldado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El juego consta de tres partes diferentes, una para padres, otra para profesores y una para niños y jóvenes.
Foto: Nico Fuentes (flickr)
Te recomendamos