

Aunque las razones pueden ser muy variadas y es muy importante identificar cualquier problema que pudiera estar presentándose también es cierto que muchos padres están muy agotados psicológica y emocionalmente por el seguimiento que tienen que realizar para que los hijos o hijas cumplan con sus responsabilidades escolares.
Independientemente de las causas y las soluciones específicas que puedan darse, estos consejos pueden ayudarte a sobrellevar esta situación y mantener la tranquilidad:
- Mantenga la calma y no se desespere. La solución no vendrá de la noche a la mañana por lo que hay que tener tranquilidad para orientar al menor.
- Los profesores tienen la autoridad en clase y los padres y madres en casa, permita que aquellos hagan su trabajo y haga usted el suyo. Muchos niños presentan problemas en clase y en casa no, o viceversa. Reúnase cada vez que pueda con el tutor e intenten coordinar estrategias a seguir para ayudar al niño. Los castigos no son la única alternativa. Lo que el niño no puede controlar, sencillamente, no puede.
- Hable sinceramente con el niño o la niña y demuéstrele que usted recibe toda la información de su comportamiento en clase y que está dispuesta a ayudarle en lo que sea necesario para que la situación mejore pero la principal responsabilidad es de él o ella.
- Es muy importante estar asesorados por los especialistas correspondientes para determinar cuáles pueden ser los orígenes de la mala conducta y aplicar los correctivos indicados para el caso.
- Cada niño es un mundo. No le compare con nadie y mucho menos le descalifique delante de otros. Esto disminuye su autoestima y empeora la situación.
- Es importante que las sanciones y privilegios estén bien manejados para evitar que se puedan producir chantajes. No le permita dominar la situación y que siempre sepa que tiene que ir por el camino que se le ha trazado para lograr las metas de aprendizaje.
- Recuerde que la solución puede ser muy buena teóricamente hablando pero en la práctica puede traducirse en semanas o inclusive meses y hasta años. Diferentes trastornos pueden generar tratamientos de menor o mayor tiempo de tratamiento. Lo importante es no desanimarse y mantenerse firmes en el propósito de ayudarle a avanzar.
Padres y escuela deben trabajar en un mismo orden de ideas, ya que esto permitirá que se logren los objetivos de aprendizaje y buena conducta que se esperan.