

La sobreprotección es un hecho que se da más de lo que nos podemos imaginar. En algunos casos es sutil y en otros es muy notorio. Algunos padres tienen temores y miedos que les hacen desarrollar ideas de que sus hijos pueden estar en constante peligro donde quiera que se encuentren. Esto hace que muchas veces no permitan que los niños se muevan por ciertos espacios o vayan a determinados lugares.
En este sentido debemos tener en cuenta que:
- Los niños sobreprotegidos son más inseguros a la hora de tomar ciertas decisiones si están solos. Permítales pensar por sí mismos siendo un buen guía.
- Suelen meterse en más problemas porque no saben distinguir por sí mismos lo que es bueno o es malo. Siempre alguien decide por ellos. Déjele que tome algunas decisiones y si la equivocación no trae mayores consecuencias permítale asumirlas.
- Los padres llegan a sufrir mucho psicológicamente porque no tienen confianza en nada ni en nadie del ambiente que rodea al niño. Sólo se sienten bien si lo están viendo. Esto crea una dependencia entre ambas partes. Déjele en casa de otros familiares o amigos aunque sea por un rato.
- Cuando estos niños llegan a la etapa adolescente y la necesidad de ir en grupo se hace mayor, suelen tener serios problemas de adaptación porque sus habilidades sociales no están bien desarrolladas. Son quienes, normalmente, caen en situaciones de riesgo como las drogas, el alcohol o el sexo descontrolado. Permítase hablar con él de estos temas abierta y francamente, de esta forma confiará en alguien.
- Algunos padres planifican tanto la vida de sus hijos que hasta pueden traspasar el umbral del respeto y convertirse en verdaderos agobios para ellos. No les permiten vivir sus propias vidas y mucho menos entender que las acciones que se realizan tienen sus consecuencias.
Si tienes este tipo de tendencias es importante que intentes superarlas y brindar al niño o niña tu tranquilidad. La vida de cada quien es propia de cada uno y llega un momento en que tenemos que separarnos para continuar. Mientras estamos con ellos les ayudamos a sentar las bases de su personalidad y confianza en sí mismos. Las actitudes sobreprotectoras van en contra de estos objetivos.
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