Si bien es cierto que determinados bienes son muy importantes para poder desenvolvernos en nuestras actividades diarias y otros indispensables para mantenernos, también es cierto que adquirimos muchas cosas que realmente no necesitamos o que ya las tenemos y las compramos por el simple hecho de tenerlas nuevas.
Los niños no escapan a esta presión, de hecho son los agentes por quienes más se mueve dinero en el ámbito de consumidores. Por ellos y para ellos es la mayor red de adquisiciones familiares. Por lo tanto, educar compradores responsables, no sólo proviene del hecho de que compren cuando tengan dinero, sino de que también lo hagan de una forma responsable.


El ejemplo de sus padres y algunos sencillos consejos pueden ser de utilidad para lograr este propósito:
- Primero de todo el ejemplo. Los padres deben demostrar cómo a la hora de comprar tienen sentido común.
- Cuando quieran adquirir algo, es mejor si se ahorran algo de dinero. Hay que evitar complacer de forma instantánea sus caprichos.
- Cuando hagan algunas tareas de casa, podemos recompensarle con algunas monedas. Sentirán el valor de ganar por sí mismos y aprenderán a administrar.
- Animarles a que cuiden lo que tengan, ya que por el simple hecho de que algo pueda ser de bajo precio no significa que deba ser mal usado.
- Antes de ir a comprar haga una lista de lo necesario. Lléveles a realizar la compra y permítales que elijan productos de la lista. Enséñeles a comparar precios-calidad. Si ya tienen 12 años o más, y las condiciones lo facilitan, ellos pueden ir a hacer la compra. Indíqueles que no deben salirse de la lista.
- Siempre que sea posible, repare los electrodomésticos averiados de casa: lavadoras, secadoras, frigoríficos, planchas, etc. y que ellos lo sepan. Sustituir sin razón, no es rentable.
- Vayan caminando a todos los sitios que puedan. El ahorro energético de combustible del coche, es fundamental. Además, estará contribuyendo con su salud y la de ellos.
- Compre buena calidad y poca cantidad en prendas de vestir. Es preferible hacer varias compras al año o cuando realmente sea necesario. Ya que con el ritmo de crecimiento de los niños muchas piezas dejarán de servirles y sólo tendrán un armario lleno de cosas que no usan.
-Evite comprar alimentos en forma excesiva, ya que se deteriorarán y tendrá que tirarlos caducados. La planificación de compra semanal permite tener productos nuevos y les enseña a organizarse. Hacer un menú semanal de comida ahorra tiempo, dinero y esfuerzos.


Incluso cuando dormimos, consumimos, porque mientras descansamos, muchos artefactos de nuestro hogar pueden estar trabajando. Los niños son especialmente vulnerables ante la presión externa de adquirir cosas, ya que su insaciable curiosidad les invita a tener cosas diferentes en cada momento.
Los padres y tutores tienen una gran papel en la formación de consumidores responsables, ya que hay muchos productos que son difíciles de sustituir, tanto por su precio como por su ubicación. Enseñarles a reflexionar sobre la necesidad real de tener ciertas cosas es un excelente hábito que les ayudará para siempre en su vida.
Fuente Imagen 1: Flickr
Fuente Imagen 2: Flickr
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