

Cuando una persona desarrolla su personalidad en base a las motivaciones y controles externos, suele ser muy dependiente del medio que le rodea; mientras que cuando una persona tiene un control interno y una fuerte motivación interior su vida y sus decisiones están marcadas por la autonomía.
Un aspecto muy importante es la voluntad que ponemos para mantener nuestro mundo interior en equilibrio y en constante reto. Este impulso interno es lo que conocemos como AUTODISCIPLINA. La autodisciplina nos permite desarrollar seguridad y sobre todo enlaza nuestras virtudes con la realidad que vivimos. Lo más importante es que no dependemos del medio externo ni de ninguna persona para tomar la decisión de realizar las actividades que nos son necesarias.
Para fortalecer la autodisciplina se debe tener en cuenta que:
- Las tareas a realizar son de nuestra exclusiva responsabilidad. Nadie puede hacerlas por nosotros. Así que asumamos su puesta en marcha.
- La organización de la agenda es muy importante ya que eso permite un control sobre los resultados que se desean obtener.
- Tener en mente el objetivo que perseguimos es un motivador que brindará impulso a lo que debamos hacer.
- Debemos pensar siempre en el éxito y el buen término de las actividades. Esto evitará la sensación de derrota y alimentará la constancia.
- La opinión de expertos en la actividad y de personas con más experiencia siempre ofrecen mejores alternativas para que ésta se lleve a cabo con buenos resultados.
- La vida social es importante. No te aisles y crea buenos lazos de confianza y compañerismo.
- Tómate momentos para descansar durante las tareas y de vez en cuando unas vacaciones que te renueven las energías mental y física.
- La práctica de algún deporte o actividad artística nos permite desarrollar compromiso y sentido de pertenencia y nos enseña a cumplir horarios y metas en grupo.
Muchas veces pareciera que la autodisciplina nos agobiara, pero realmente nos facilita la vida porque nos permite condicionarnos a nosotros mismo y no que otros dirijan nuestras acciones y pensamientos. La base fundamental es el pensamiento constante de que podemos mejorar y de que el momento para hacerlo es este mismo instante que estamos viviendo.
que bueno. era lo que buscaba para mi trabajo. corto pero preciso, y entendedor para todos los niveles, los felicito. gracias