Ante una prueba importante para nosotros, es normal que nos sintamos un poco estresados, esto puede generar problema estomacales, de sueño o de apetito.
Para prevenir este tipo de situaciones lo más recomendable es intentar que los últimos dos días antes del examen sean sólo de repaso, sin pegarnos jornadas maratonianas de estudio, ya que esto no favorece para calmar los nervios.
-Lo más aconsejable es organizar el calendario de tal manera que repartamos los temas a estudiar, dejando un tiempo óptimo para repasar lo estudiado. Si dejamos temario que estudiar para los últimos días, no solo estaremos cansados el día del examen, sino que con una alta probabilidad no memorizaremos todo.
-También es recomendable hacer algo de deporte o salir a caminar un rato después de una jornada de estudio, ya que nuestro cerebro necesita un poco de relax para consolidar lo estudiado.
-El día antes de la prueba, hay que intentar dormir por lo menos 6 horas, siendo aconsejable 8, ya que necesitamos que nuestro cerebro esté lo más recargado posible. Para poder conciliar el sueño la noche de antes, es aconsejable no tomar bebidas excitantes, tales como cafeína o teína. Si aún así, nos cuesta dormir, entonces podemos realizar alguna técnica de relajación, o de respiración, para conseguir conciliar el sueño.
-Resumiendo, debemos evitar antes de un examen: tomar excitantes o bebidas alcohólicas, ir sin apenas dormir, dejar para el final mucha materia que estudiar, llegar con el tiempo justo al examen, llegar con el estómago lleno de comida, hacer planes para justo después del examen, ya que nos puedan incitar a precipitarnos.
Un poco de ansiedad ante una prueba es normal, ya que el resultado es importante para nosotros, lo que puede suponer una reacción exagerada de nuestro organismo. Pero deberíamos aprender a ser capaces de manejar nuestras emociones, para ello hacer visualizaciones los días anteriores, imaginándonos como si estuviéramos ya realizando el examen, es de gran ayuda.
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