Certificación del nivel de inglés
El inglés se ha convertido en el idioma universal por excelencia. Aunque cada país mantiene su idioma oficial, las relaciones laborales y académicas han adoptado el inglés como idioma neutral para facilitar la comunicación entre personas de distintas nacionalidades.
El primer paso para convertirse en traductor de textos en inglés es tener un buen dominio del idioma. Para obtener información detallada puedes leer el artículo “Niveles de inglés: certificados, titulaciones y equivalencias”, para conocer las características específicas que se evalúan en el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, MCER, que te acreditan como una persona capacitada para comprender el idioma en cualquier nivel de dificultad.
La escala establecida en el MCER es lo que permite evaluar las aptitudes de una persona en referencia al idioma. Este marco se divide en tres bloques que son clasificados de la siguiente manera: A corresponde a un usuario básico del idioma; B, refiere a un usuario independiente; C, se clasifica como un usuario competente. Cada una de estas escalas, a su vez, se subdivide en dos niveles que especifican el nivel de dominio de las habilidades para comunicarse y comprender, tanto de forma escrita como oral.
En este sentido, podemos explicar de forma muy general cada uno de los niveles de la siguiente manera:
Nivel básico (A)
(A1) Acceso: en este nivel la persona demuestra que se puede comunicar con expresiones sencillas y cotidianas, como presentarse o dar indicaciones. A nivel de compresión es capaz de entender a una persona que hable despacio y utilice frases simples. (A2) plataforma: refiere a personas que pueden comprender y decir expresiones de uso frecuente que se relacionan con la experiencia cotidiana.
Nivel intermedio (B)
(B1) Intermedio: en este nivel la persona tiene la capacidad de comprender y expresar ideas de aspectos que son familiares como el área de trabajo, las actividades que realiza, sus gustos y preferencias. (B2) Intermedio alto: en este punto el nivel de independencia del usuario es mayor, lo que significa que tiene la capacidad de comprender textos sobre temas concretos y abstractos y, dar una opinión, siempre que sea referente a temas que le sean familiares.
Nivel avanzado (C)
(C1) Dominio operativo eficaz: en este nivel la persona puede comunicarse con fluidez en temas cotidianos y académicos, comprende sin dificultad los textos con cierto nivel de exigencia y puede sacar conclusiones implícitas de ellas. (C2) Maestría: finalmente, en el nivel más alto de compresión la persona tiene la capacidad de comunicarse con espontaneidad, comprender todo tipo de textos y diferenciar los matices en el significado que caracterizan el uso de un idioma.
Para ser traductor se requiere más que conocer bien dos idiomas
El primer requisito con el que debe cumplir un traductor inglés-español es contar con una certificación que demuestre que su nivel de inglés pertenece al grado de usuario competente, es decir, a la escala (C) según el MCRE. Sin embargo, demostrar que tienes dominio del idioma no te convierte en una persona capacitada para traducir. Un traductor es un profesional que cuenta con una formación académica donde conoce en profundidad la estructura de su idioma materno y de los otros idiomas en los que se haya certificado.
De esta manera, estará capacitado para pasar un texto de un idioma a otro sin que se pierda el significado. Este aspecto es muy importante, porque dependiendo del tipo de texto, la traducción literal puede llegar a no ser suficiente para mantener el significado de las expresiones. Uno de los principales aspectos que caracteriza a un idioma es que es una forma de comunicarnos que está directamente relacionada con la cultura a la que pertenecemos. Esto explica porque es muy común encontrar países e, incluso ciudades, en los que aún cuando hablamos el mismo idioma, el significado de las palabras y las expresiones que se utilizan cambian. Si ocurre con nuestro idioma materno, en la traducción es aún mucho más complejo.
Un traductor necesita investigar el origen del texto, comprender el objetivo con el que fue escrito, descifrar la cultura del autor, para tratar de transmitir en el otro idioma las mismas ideas. Obviamente, el tipo de texto tiene mucha importancia en este aspecto, ya que la terminología en documentos legales no es la misma que se utiliza en artículos especializados en un área de conocimiento o en traducciones de textos literarios.
Es por eso, por lo que no es suficiente tener un conocimiento (C2) del idioma del que se traduce, sino que hace falta tener una formación universitaria que se realiza durante años.
Cualidades que identifican a un buen traductor
En primer lugar, si deseas ser un buen traductor de inglés-español, el primer punto consiste en esforzarse por conocer en profundidad la gramática de ambos idiomas, tener un buen manejo del vocabulario y saber analizar distintos tipos de textos.
En segundo lugar, es fundamental que te conviertas en un investigador, es decir, que siempre estés motivado para profundizar en aspectos culturales del idioma de partida, ya que esto te permitirá saber cómo expresar las ideas en tu idioma materno. De igual forma, deberás identificar a qué tipo de público estará dirigida la traducción, porque esto también influirá en el vocabulario y la terminología que elijas.
Finalmente, deberás tener siempre presente que traducir significa trabajar en función de las ideas de otros. Un traductor es un intermediario que lleva las ideas de una persona de un idioma a otro, por lo que se debe tener cuidado sobre el tipo de interpretación que haces del texto y tratar de que tu perspectiva no afecte al sentido original del texto.
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