Por ese motivo se recomienda matricular a los niños en colegios bilingües o, incluso, contratar niñeras con el idioma del inglés nativo o con el lenguaje que se quiera aprender. Otra alternativa es comprar material didáctico para iniciarse en el idioma. La mejor opción es encontrar un método adecuado y asequible que permita a los niños familiarizarse con el nuevo idioma.
El aprendizaje de un segundo idioma en la infancia supone una inversión en el futuro. Hoy en día, son muchas las empresas que exigen saber una lengua extranjera, y otras lo van a valorar de forma positiva.
El hecho de que el niño aprenda el español al mismo tiempo que otro idioma no crea confusión en la cabeza del pequeño. Al contrario, tendrá más facilidad de interiorizar los conocimientos y de aprender a dominarlos más fácilmente.
La mejor edad para comenzar a estudiar un segundo idioma se sitúa entre la etapa de la primera infancia y los seis años. Es en ese momento, cuando los niños son altamente sensibles a los idiomas y su aprendizaje puede ser más rápido.
Si se aprende en la infancia, habrá muchas posibilidades de que el niño domine la lengua como si fuera nativo en el futuro. Esto es porque durante los primeros años de vida, los niños absorben todo tipo de conocimientos.
Algunos estudios neurológicos han desvelado que los niños pueden asimilar dos idiomas al mismo tiempo y ambos son recogidos en la misma área del cerebro. Sin embargo, cuando comenzamos a estudiar otro idioma en una edad más adulta, entonces es recogido en un área diferente a la del idioma materno.
