

Las jornadas intensas de trabajo tanto del padre como de la madre tienen consecuencias directas en el hogar, y es que, no todas las familias pasan el tiempo suficiente con sus hijos, lo cual es un problema porque los niños, sobre todo cuando son pequeños, requieren de atención para educarlos de manera correcta con el tiempo que hay que dedicarle a dicha labor entre padres e hijos.
Relaciones entre Padres e Hijos: comunicación y atención
A veces son los propios niños los que tienen una agenda apretada entre las clases y las actividades extraescolares. La falta de tiempo produce una peor comunicación entre padres e hijos, y que haya malosentendidos.
El hecho de tener mucho trabajo es sinónimo de que el poco tiempo que se pasa con los hijos no sea de calidad. Las prisas, el estrés, los pensamientos hacia nuestras actividades no posibilitan que haya una buena comunicación afectiva con nuestros hijos, y esto es algo, de lo que hay que alarmarse pues las disputas muchas veces se originan por la falta de atención.


Es muy habitual hoy en día escuchar que hay una carencia de disciplina en los niños. Esto es debido a una falta de atención y no tanto de disciplina. Muchos padres creen que los niños necesitan muchas cosas, pero la realidad es que los niños quieren que les escuchemos y juguemos con ellos. No quieren tanto cosas materiales como mucha veces se piensa.
La carencia de una atención adecuada también provoca una sobreprotección parental y dar todo hecho a los niños. Esto no es nada beneficioso para ellos ya que no podrán ser responsables, ni tomar sus propias decisiones. Los niños tienen que aprender a tomar decisiones por ellos mismos, y los padres, no pueden dejar de lado su papel.