

Es importante que los niños tengan desde una edad temprana unos hábitos de comida saludables. Una mala alimentación provoca uno de los grandes problemas en niños que es la obesidad infantil.
Hay algunosalimentos que no son nada recomendados de ingerir habitualmente como los siguientes:
-Los bollos (magdalenas, panecillos, cruasanes, donuts entre otros). No significa que no pueda consumir nunca ningún producto de bollería, pero sí se debe de vigilar su consumo. Es mejor que sean caseros, ya que la bollería industrial contiene grasas saturadas, azúcares, grasa hidrogenada, muchas calorías y apenas nutrientes.
-Los zumos de frutas industriales. Sólo contienen un 10% de fruta natural y los restos de su composición son azúcares y agua. Es mucho mejor consumir un jugo de fruta recién exprimido y elaborado en casa.
-Los sándwiches preparados. Contienen grasas, azúcares, salsas, margarina entre otros ingredientes. Para la merienda, es mejor comer un bocadillo casero.
-Pre-envasados como empanadillas, barritas de pescado o croquetas. Suele gustar mucho a los niños y es una opción fácil de preparar pero a nivel nutricional es mejor comprar la comida congelada y rebozarla en casa con harina y huevo.
-Los refrescos. Aportan demasiado azúcar y, además, quitan el hambre para recibir los alimentos imprescindibles en la dieta.
-Golosinas y chocolatinas. Contienen azúcar en abundancia, no alimentan, aportan grasas innecesarias y no son recomendables para los dientes.
-Los perritos calientes. Contienen mucha grasa y sal. Es mejor prepararlos de forma casera.
-En cuanto a la leche, durante el primer año de vida debe de primar la leche materna ante todo y otras fórmulas creadas especialmente para esta etapa de desarrollo con los nutrientes requeridos.
-La miel de abeja no se recomienda en los tres primeros años de vida del niño, pese a que es un buen alimento. De lo contrario, puede provocar graves problemas de salud como botulismo infantil.