

Tanto el principal partido de la oposición como algunos sectores educativos vienen defendiendo un bachillerato de tres años (ahora tiene dos cursos y se puede estudiar en cuatro años), aunque no creen que esta etapa tenga que ser necesariamente obligatoria, y advierten del riesgo de forzar a más años de escuela a quienes no quieren seguir. Ley Orgánica de Educación (LOE) indica que la enseñanza básica va de los 6 a los 16 años, edad ésta última que corresponde teóricamente al cuarto y último curso de la Secundaria Obligatoria (ESO).
Gabilondo ha matizado a continuación que no estaba diciendo que eso fuera a ocurrir de forma inmediata, "mañana por la tarde", pero ha puesto el ejemplo de Portugal, donde es así.
Para que esta idea sea posible es necesaria "más flexibilidad" y "no está excluido" que se hable de todo esto en las conversaciones para alcanzar un pacto educativo, ha señalado el ministro.
Además, el pacto "debe incluir una inversión fija, gobierne quien gobierne", ha añadido.
En relación con la autoridad del profesorado, ha señalado que se tratará y que cree que habrá un "punto de unión" de las diversas visiones sobre este asunto.
"Hay nuevas formas de ser profesor que no conllevan una pérdida de la autoridad", algo que "también es necesario en la familia, en la sociedad, pero ninguna añoranza del autoritarismo anterior", ha precisado.
El nuevo marco educativo, ha continuado, habrá que hacerlo "con los profesores y las asociaciones de padres", y "hay que reconocer socialmente la labor de los profesores, con admiración y respeto".
Gabilondo ha informado de que ha visto "buena voluntad, disposición explícita" en los contactos que está manteniendo con vistas a ese pacto.