

Cuando los niños crecen, las expectativas de los padres aumentan pues creen que sus hijos serán capaces de comer solos, vestirse solos, ordenar su habitación por iniciativa propia...pero ocurre que muchos niños no ven necesarios esos hábitos. Los padres deben de tener paciencia con ellos y saber negociar, puesto que la capacidad de ponerse en el lugar de los demás de los niños es muy limitada.
Cómo negociar con los niños
El arte de negociar con los niños sirve para afrontar los conflictos que se presentan, equilibrar las necesidades y encontrar soluciones en las que todos salgan satisfechos. Los acuerdos con los niños permiten hacerle ver que le tenemos en cuenta, que le escuchamos y que sus ideas son valiosas, hasta el punto de que pueden influir en el curso de los acontecimientos. Pero también hay que enseñarles a tener en cuenta los sentimientos y los puntos de vista de los demás. Lo importante es que los niños comprendan que las soluciones que se llevan a cabo son las más adecuadas.


Algunas ideas importantes para aprender a negociar con los niños son las siguientes:
-Escucharle siempre y preguntar qué tarea prefiere realizar
-Explicarle el motivo de las cosas y hacerle bien en qué medida le beneficia.
-Ofrecer varias alternativas posibles.
-Intentar que el niño participe en la búsqueda de soluciones. Por ejemplo, si se moja los pies debes decírselo y proponerle el calzado que puede llevar. Si sus respuestas no son muy lógicas, hay que proponerle que piense en otras soluciones.
-Transmitir al niño la idea de que todos y cada uno de los miembros de la familia trabajan por el bien de la familia.