¿Por qué mi hijo es desobediente?
Para enfrentarte a un niño desobediente lo primero que tienes que hacer es entender por qué se comporta así. Las causas suelen ser múltiples, empezando por el carácter del niño, que sea ya de por sí difícil, o por determinados rasgos de su personalidad. A parte de estos rasgos innatos en le niño puede haber otras causas imputables a los padres, tales como haber ejercido un estilo de educación demasiado permisiva, hay padres a los que cuesta mantenerse firmes y los niños saben como aprovecharse de estas situaciones. Además puede haber otros motivos como por ejemplo que sufran depresión y se manifieste de esta forma o que tengan baja autoestima, sufran acoso escolar o tengan algún otro problema como por ejemplo que sufran el TDHA. Evidentemente en todos estos casos será necesario llevar al niño a un profesional para que determine la mejor forma de tratarle.
¿Qué hacer cuando un niño es desobediente?
Una vez que están descartados los motivos psicológicos llega el momento de centrase en las medidas para actuar con el niño desobediente:
- Establece unas normas de comportamiento que sean claras, así como las consecuencias de desobedecerlas. El niño debe saber lo que puede y no puede hacer y las consecuencias que tendrá desobedecer.
- Cuando desobedezca debes explicarle de forma clara y tranquila qué es lo que ha hecho mal y por qué le vas a castigar. Evita a toda costa gritarle, explícaselo de forma calmada y tranquila.
- El castigo tiene que ser impuesto en el momento de la desobediencia y debe ser proporcionado tanto al grado de la falta cometida como a la madurez del niño. A este respecto evita imponer castigos exagerados como "se acabó salir para siempre". Es más eficaz que le retires la consola o no dejes ver su serie favorita un par de días, que imponerle castigos imposibles.
- No hagas caso de sus quejas ni intentes razonar con él. Mantente firme, sólo quiere liarte y ganar tiempo, debe comprender que no vas a ceder y que el castigo es en serio.
- No le amenaces continuamente, dale un aviso y a la segunda o tercera vez imponle el castigo. Si le amenazas con castigarle de forma continuada y no lo haces perderás autoridad y te será más difícil que te respete. Debe entender que toda acción tiene su consecuencia
- Y a este respecto, anímale cuando se porte bien, hazle saber que estás contento con su actitud, esto reforzarás su comportamiento.
Esperamos haberos ayudado con estas pautas para actuar cuando un niño es desobediente y que con ellas mejore su comportamiento.
