

El niño crecerá con la sensación de que todo lo que pide lo va a tener, y eso no es real. Lo que fomentamos con darle todo lo que quiera, es que no tenga paciencia, ya que cuando no tenga aquello que requiere, cosa que tarde o temprano le pasará, no sabrá cómo actuar, porque en su infancia nunca se va visto en esta situación.
Ante estos casos, lo que es probable que suceda es que no sepa cómo gestionar esa sensación de querer algo y no tenerlo, y responda de una manera dañina para él, y para los que le rodean.
Sería muy interesante, sobre todo en estas fechas, enseñar a nuestros hijos que no puede tener todo lo que quieran, y que aprenda a tener paciencia, a que no se genere frustración en él cuando las cosas no salgan como él desea.
Todo este tipo de aprendizajes se pueden realizar si ponemos interés en el tema. Es preferible que nuestro hijo se lleve un disgusto un día, pero aprenda que no puede tener todo lo que pida, a que crezca con la sensación ilusoria de que todo en la vida lo va a obtener cuando así lo precise.
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