Aprender un uso adecuado de la comunicación de nuestros brazos, ojos o cuerpo en general es esencial, y envía multitud de señales a las personas a las que nos estamos dirigiendo, y la interpretación de nuestros mensajes depende en gran medida de nuestros gestos, actitud, palabras y entonación.


Los niños deben aprender desde una edad temprana a saber expresarse correctamente y comunicar bien el mensaje que quieren hacer llegar. El lenguaje corporal es lo que cada uno de nosotros transmite por medio de movimientos o gestos y éstos delatan nuestros sentimientos, sensaciones, pensamientos así como la percepción acerca de la persona con la que estamos interactuando.
Podemos aprender a expresarnos delante de un espejo para ser conscientes de cómo lo hacemos, mostrando nuestras sensaciones y teniendo empatía con la persona que tenemos delante.
Consejos para aprender comunicación corporal
A la hora de relacionarnos con los demás, tenemos que saber comportarnos y por lo que es importante considerar una serie de consejos para aprender este tipo de comunicación: -La mirada. Cuando hablamos con otra persona es esencial mirarle a los ojos ya que estamos demostrando respeto e interés en lo que nos cuenta.
Ahora bien, tampoco se trata de mirar fijamente a nuestro interlocutor todo el tiempo ya que puedes intimidarlo. Conviene permitir que la mirada se desvíe por momentos porque es algo natural y así tanto el receptor como tú estaréis cómodos. Pero si se desvía la mirada demasiado, tu receptor puede sentir que no te interesa lo que te cuenta, algo clave a la hora de aprender comunicación corporal. Hay que saber encontrar un punto de armonía.
-La postura del cuerpo. Es fundamental sentirse relajado, con la cabeza nivelada con el cuerpo y seguro de uno mismo cuando hablas con los demás, de lo contrario, el receptor puede notar tu inseguridad o estrés pues la espalda tiende a encorvarse, los hombros se caen y respiramos peor por lo que nuestra energía es muy pobre también y se refleja.
-Los movimientos de los brazos muestran lo receptivos que estamos y el grado de confianza con la otra persona. Cuanto más expresiva sea una persona más tiende a mover las manos alejándolos del cuerpo, mientras que las personas tímidas o que se sienten inseguras gesticulan menos y apenas hay movimiento, de manera que nuestros mensajes no llegan del todo amistosos y se puede conectar peor con las otras personas. En cuanto a las manos, hay que destacar que en términos generales los movimientos con las palmas hacia abajo se ven como una persona dominante, enfática y hasta agresiva. No hay que pecar de excesivos movimientos o de incluso tocar a la otra persona si no la conocemos demasiado, pues puede sentirse invadida.
-Las piernas son la parte más complicada de controlar conscientemente ya que están más alejadas del cerebro. Se suelen mover mucho las piernas cuando nos sentimos nerviosos, estresados o incluso decepcionados. En la mayoría de ocasiones, lo mejor es mantenerlas lo más quietas posibles.
- Orientación del cuerpo. Colocamos nuestro cuerpo angulado hacia la otra persona cuando la percibimos interesante o amigable, y si no lo sentimos así, nos alejamos más. A la hora de situarse junto a la otra persona, es mejor hacerlo sutilmente a un lado ya que muchas veces si te colocas directamente frente a una persona, puedes ser considerado como un adversario.
¿Y a vosotros?, ¿os gustaría aprender comunicación corporal? No dejéis de compartir vuestras opiniones en los comentarios