

Disponer del mismo, ayuda a las empresas que buscan empleados a conocer los conocimientos informáticos reales de los candidatos a un puesto de trabajo. Es muy común leer en los currículum vitae la famosa frase "Informática: conocimientos a nivel usuario", algo que en realidad no aporta mucha información al que lo lee. Otros candidatos optan por señalar una larga lista de programas y software que dominan e incluso aportan títulos obtenidos en distintas academias o centros de formación que avalan la adquisición de esos conocimientos.
El ECDL unifica criterios y sirve como método tangible para medir y verificar los conocimientos informáticos de los interesados en el puesto según unos estándares comunes internacionales. Su implantación comenzó en 1997 a propuesta del Consejo Europeo de Asociaciones Profesionales de Tecnología de la Información, con el objetivo de impulsar la competencia en este campo entre los ciudadanos europeos. Desde entonces, las administraciones de diferentes países lo han adoptado como referencia para cuantificar los conocimientos informáticos básicos y ha sido reconocido por el Consejo Europeo como una herramienta perfecta para valorarlos.
Los programas de certificación ECDL son gestionados desde la Fundación ECDL, la cual asegura que la acreditación se aplica con los mismos criterios en todos los países. En el nuestro, es la Asociación de Técnicos de Informática (ATI) la encargada de representar a este organismo y la que organiza las distintas pruebas necesarias para obtener esta acreditación en aquellos centros autorizados para hacerlo.
Para poder obtener la acreditación EDL, es necesario superar una serie de pruebas diseñadas y autorizadas por expertos académicos de todo el mundo. Los contenidos de dichas pruebas no dependen de ninguna marca o aplicación determinada, pueden ser utilizados en cualquier entorno de software y son actualizados.