La historia nos cuenta que el 1 de Enero de 1901 cambiamos la zona horaria del Meridiano 3º 15” a la hora del Meridiano 0º o Greenwich para así corresponder la hora local (HL) con el tiempo universal (TU).
Desde entonces hasta 1940 fuimos cambiando la hora durante el verano, se fue restando 1h. El 16 de Marzo de 1940 cambiamos la hora adaptándonos a la zona horaria del Meridiano 15º Este (GMT +1h) por lo que se estableció 1h de adelanto permanente con respecto al Meridiano 0º y nuestra hora española quedaba como 1h menos. Durante el periodo de verano se adelanta 1h el reloj. No hay que olvidar que las Islas Canarias siempre tienen 1h menos con respecto a la hora peninsular.
¿Cuándo se cambia la hora?
La hora pasa a periodo de verano, adelantando 1h a las 2:00h, el último domingo del mes de Marzo y vuelve al periodo de invierno el último domingo de Octubre, retrasando el reloj 1h a las 3:00h. Esto no siempre fue así ya que desde 1981 hasta 1995 el periodo de invierno se cambiaba el último domingo de Septiembre.
¿Por qué cambiamos la hora?
La principal razón para el cambio horario es la del ahorro de energía, aunque no es la única. El ahorro de energía se da debido a que con el adelanto de hora en marzo la población "gana" una hora de luz diurna, con lo que el uso de electrodomésticos se reduce.
La Unión Europea encargó a la consultora "Research Voor Beleid" un estudio sobre los efectos del cambio horario. Las conclusiones de este informe motivaron que la UE se reafirmase en la idoneidad de cambiar la hora.
Según este documento, el ahorro energético producido por el adelanto de hora era perceptible. Pero no sólo hablaba de esto entre las consecuencias positivas de cambiar la hora. El estudio señalaba como otros efectos tangibles la reducción de la contaminación (consecuencia lógica del ahorro energético), el aumento de beneficios de la industria del ocio (ya que al haber más horas de luz solar la gente sale más de casa) y la reducción de los accidentes de coche (unido esto también al hecho de poder disfrutar de más horas de sol).
Según el centro de estimaciones de la Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (IDAE), en España, el ahorro en iluminación doméstica en el periodo de verano es de un 5%, una media de 6€. El sector comercio y servicios también contribuye a este discutible ahorro de energía, consumiendo un 6% menos.
De todas formas el IDAE, recomienda que todos los ciudadanos contribuyamos al ahorro de energía haciendo un uso inteligente de la iluminación. Este ahorro nos permitirá ahorrar unos 100€ al año y evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Sin embargo, no todos los expertos comparten esta idea. La responsable del Programa de Cambio Climático de WWF España advierte de que lo que se ahorra por las mañanas se gasta en iluminación durante las tardes. En su opinión, esta medida tiene diferente impacto dependiendo de las latitudes y aunque puede ser efectiva en el norte de Europa, en la península ibérica serían necesarias políticas estructurales que incentiven el ahorro y penalicen el derroche.
Otro efecto negativo, es que nuestro ciclo orgánico también se ve alterado, aunque muchos expertos opinan que se trata de algo temporal, las personas más sensibles pueden sufrir trastornos leves, como dificultades para conciliar el sueño…